El Proceso de Conciencia de Krishna no es Inercia
Por Srila Virabahu Maharaja
Buenos Aires, Enero de 1991
Parte I
Transcripción cortesía de : Gustavo Medina cultura_vedica@yahoo.com.ar
arjuna uvaca
jyayasi cet karmanas te
mata buddhir janardana
tat kim karmani ghore mam
niyojayasi kesava
vyamisreneva vakyena
buddhim mohayasiva me
tad ekam vada niscitya
yena sreyo ‘ham apnuyam
“Arjuna dijo: ¡Oh, Janardana!, ¡oh, Kesava!, si consideras que la inteligencia es mejor que el trabajo fruitivo, ¿por qué quieres hacerme participar en esta horrible guerra?
Mi inteligencia se ha confundido con Tus ambiguas instrucciones, así que, por favor, dime en definitiva qué es lo más provechoso para mí”. [Bhagavad-gita 3.1-2]
Prabhupada explica estos dos textos; explica la confusión de la que Arjuna estaba siendo objeto. Explica de manera que es parecida a la confusión, a la mala interpretación, que tanta gente le da a la filosofía de conciencia de Krishna –especialmente en el mundo occidental. Con mucha frecuencia, lo mismo que Prabhupada explica en los significados de estos dos textos, la gente cree que la vida de conciencia de Krishna es una vida de inercia: ¡Vayan a buscarse un trabajo! ¡Vayan a trabajar! A veces se les dice esto a los devotos. Muchas veces. Creyendo que la vida de conciencia de Krishna no es de trabajo.
Contábamos una historia, una vez, en un programa de radio que algunos han escuchado: una vez, un señor mayor leyó en uno de los libros de Prabhupada (creo que era Conciencia de Krishna, el sistema más elevado de yoga; ese libro, el rojo), leyó una vez ahí que la vida humana no era para trabajar como un burro. Y, siendo una persona mayor y tenía que trabajar mucho, eso lo motivó a visitar el templo en la fiesta de domingo. Entonces, fue al templo a la fiesta de domingo y escuchó la conferencia que estaba dando uno de nuestros sannyasis. Y al final de la conferencia, en el período de las preguntas, levantó la mano y dio un discurso él mismo, de cómo finalmente había conseguido la verdad y cómo al día siguiente se iba a mudar al templo. Estaba muy inspirado. Y, lo dijo y lo hizo: al día siguiente, temprano por la mañana, estaba con sus maletas en el templo... [Risas]
Algunos no han oído esto. Entonces, cuando él dio el discurso dijo que él era “matarife” –él es de origen español, entonces, era carnicero. Específicamente, trabajaba en un restaurant y tenía que trabajar mucho con carne. Entonces, leyó este libro de Prabhupada donde decía que la vida humana no es para trabajar como los asnos, como los burros, y eso lo motivó a ir al templo. Así, escuchó la conferencia del domingo, se terminó de convencer y al día siguiente, –decía yo–, apareció con sus maletitas en el templo,... y se mudó al templo.
Entonces, su primera sorpresa fue el martes por la mañana... [Risas] El lunes no se sorprendió mucho, pero el martes en la mañana, muy de mañana… comenzaron sus sorpresas –más de mañana de lo que él creía. Recuerdo, en esa época, a las 3 de la mañana sonaban un gong y encendían a todo volumen el grabador con una cinta de Prabhupada, y para todos los devotos era muy trascendental, era Vaikuntha mismo, despertarse a las 3 escuchando a Srila Prabhupada. Entonces, ahí comenzaron sus sorpresas y sus decepciones –los devotos comenzaban levantándose tan temprano por la mañana. Y, claro, de ahí seguía el resto del día: todo el programa de la mañana y después de eso, duro trabajo en el templo.
En el templo había tantos servicios todo el día, como todos sabemos, y tantos devotos que salían además a distribuir literatura en las calles. Algunos ni siquiera venían al mediodía, no venían sino hasta la noche, de vuelta de sankirtan. Entonces, pasaron varios días hasta el fin de semana, y el fin de semana volvió a empacar... [risas] y, así como vino, se fue. Asimismo como vino, se fue.
Al final nos contó eso, –esa parte no la había contado–, entonces al final lo contó y dijo: “No, yo había venido porque leí en los libros de Prabhupada que no había que trabajar como los animales, pero yo veo que aquí se trabaja más duro que allá afuera. Muy poca gente de afuera se despierta a las 3 de la mañana, 4 de la mañana, y está trabajando todo el día como ustedes. Esto no era lo que yo estaba buscando”.
Prabhupada decía sí, que no hay que trabajar como los animales. Eso es cierto, así es, no hay que trabajar como los animales. Pero igual que acá, Arjuna se confundió con estas instrucciones. Asimismo, la gente se confunde con algunas afirmaciones que se hacen en los libros de Srila Prabhupada y, por ello, la gente que se pone en contacto con la filosofía de conciencia de Krishna sin la guía de los devotos, malinterpreta de lo que se trata la vida de conciencia de Krishna.
Y hay tantas cosas que se malinterpretan, como por ejemplo: es paradójico realmente, o irónico, que muchas veces se nos acusa de estar en contra de los núcleos familiares, de atacar a la familia en la filosofía de conciencia de Krishna –como un ataque a la familia– y, precisamente, es paradójico cuando nuestro principal libro, el Bhagavad-gita, plantea la protección de la familia muy insistentemente. Arjuna le dice a Krishna en el Primer Capítulo, cuando se está planteando toda la filosofía del Bhagavad-gita, Arjuna le dice [Bhagavad-gita 1.37-43]:
“¡Oh, Krishna, Janardana!, aunque estos hombres, con sus corazones dominados por la codicia, no ven mal alguno en matar a su propia familia ni en reñir con amigos, ¿por qué nosotros, que podemos ver el crimen en el que se incurre al destruir una familia, habríamos de cometer esos pecados? Con la destrucción de la dinastía, se destruye la tradición familiar eterna, y, con ello, el resto de la familia se entrega a la irreligión. ¡Oh, Krishna!, cuando la irreligión prevalece en la familia, las mujeres de ésta se contaminan, y de la degradación de la mujer, ¡oh, descendiente de Vrishni!, surgen los hijos no deseados. Un aumento de la población no deseada es causa segura de una vida infernal, tanto para la familia como para aquellos que destruyen la tradición familiar. Los antepasados de esas familias corruptas caen, porque las celebraciones para ofrecerles comida y agua son detenidas por completo. Debido a las maldades de aquellos que destruyen la tradición familiar, causando con ello la aparición de hijos no deseados, toda clase de proyectos de la comunidad y actividades de bienestar para la familia quedan devastados. ¡Oh, Krishna, sustentador de las gentes!, he oído a través de la sucesión discipular, que aquellos que destruyen las tradiciones familiares moran siempre en el infierno”.
Muy significativo este pasaje en donde Arjuna, una de nuestra principales autoridades en la vida devocional, está condenando la destrucción de la familia. Así que esta filosofía de conciencia de Krishna tiene tantos aspectos, que se malinterpretan si uno no los estudia con los devotos, con la persona correcta.
El pasaje de hoy es muy importante porque vemos que incluso si Dios nos habla directamente, como es éste el caso, necesitamos de todos modos la ayuda de alguien. Porque las palabras de Dios fácilmente pueden ser malinterpretadas si no nos encontramos en el estado de conciencia correcto.
Arjuna aquí, por arreglo de Krishna, se encuentra en un estado de conciencia en virtud del cual las palabras de Krishna lo han confundido. Es un pasatiempo. Arjuna es, de hecho, una persona mucho más capacitada de lo que lo pudiéramos estar nosotros jamás. Pero, sin embargo, Krishna a veces permite que Sus devotos se confundan para enseñarles a los demás, enseñarnos a todos. Entonces aquí Arjuna se ha confundido; y la primera enseñanza de esta confusión, es que hasta las palabras del propio Dios nos pueden confundir. Y vemos en relación con esto, que la mayoría de la gente de este mundo se ha confundido con las palabras de Dios. Porque, puesto que Dios es uno solo, Su religión es una sola. Nos gusta siempre decir que Dios no es que disfruta de un humor negro, diciéndole a un grupo de personas que “religión es esto”, y diciéndole a otro grupo de personas “religión es esto otro”, y después disfrutando de ver como se pelean entre sí: “¡No, que a mí me dijo esto!”, “¡No a mí me dijo esto otro!” Dios no es tan irónico, sarcástico. Religión es una sola, sólo hay una religión, porque sólo hay un Dios. Dios tiene una serie de gustos, Dios tiene un modo de pensar, un modo de ser. Dios es individual, diríamos, un individuo, una persona –la Persona Suprema. Esa es la diferencia: no es cualquier persona.
Pero Dios, como decíamos ayer, no está lisiado. A veces la gente se relaciona con Dios, habla de Dios o trata a Dios como si Dios necesitara de nuestra ayuda para explicarse. Como si no fuera suficientemente grandecito. A veces, hablamos de Dios o nos relacionamos con Dios y nos expresamos en relación con Dios como si Él necesitara nuestra ayuda. Como si nuestras explicaciones fueran necesarias para corregir lo que Él ha hecho o lo que Él ha dicho.
Así que en nuestra filosofía de conciencia de Krishna entendemos que hay una sola religión. En un sentido, hay un sólo camino a Dios. Y vemos diferentes religiones porque se han visto contaminadas, porque las instrucciones de Dios, porque la religión que lleva hacia Dios se ha visto contaminada por los deseos personales de la gente, los intereses, motivaciones personales, los intereses creados de las personas que han presentado, han comunicado, el conocimiento espiritual.
Esto incluso ha ocurrido con el Bhagavad-gita. Se explica esto justamente en el siguiente capítulo, en el segundo texto del siguiente capítulo. En el primer texto se habla de cómo comenzó la sucesión discipular, imam vivasvate yogam. Krishna le está contando a Arjuna cómo, en una oportunidad, presentó este mismo conocimiento: imam vivasvate yogam proktavan aham avyayam vivasvan manave praha manur iksvakave ‘bravit [Bg. 4.1]. Entonces, está diciendo las diferentes personas con las que en un momento dado comenzó una sucesión discipular. Y en el segundo texto, le dice evam parampara-praptam iman rajarsayo viduh sa kaleneha mahata yogo nastah parantapa, que con el transcurso del tiempo este conocimiento que fue recibido por los reyes a través de la sucesión discipular (evam parampara-praptam), con el tiempo este conocimiento se ha perdido. Y Prabhupada explica “se perdió, no porque se cortó, de que no se siguió comunicando, sino que no se comunicó del modo debido”.
Entonces, es el mismo tipo de concepto que estamos señalando hoy en relación con trabajar como los animales. No habíamos terminado esa idea, –que sí, en nuestra filosofía de conciencia de Krishna se dice que no se debe trabajar como los animales. No significa que no hay que trabajar mucho, muy duro. Lo que significa, en el aspecto relacionado con los animales, es que los animales no saben por qué están trabajando, para qué están trabajando. Los animales simplemente trabajan movidos por instintos físicos, para satisfacer instintos físicos, sin ningún propósito superior, sin ninguna buena causa. Entonces, que no se debe trabajar como los animales significa: trabajar, hay que trabajar, pero hay que trabajar con un sentido superior, con un sentido excelso. Con una idea, con un fin, una meta muy elevada, la meta más elevada. Y en eso consiste el servicio a Krishna, el servicio a Dios, el bhakti-yoga, servicio devocional.
Entonces, el conocimiento espiritual a veces se pierde porque hay intereses creados. Bien sea en la cultura védica que estamos presentando o cualquier otra cultura, cualquier otro cultivo. Así pues, la religión única que Dios le ha dado a la humanidad,... ¿cuál es ese mantra? Sa vai pumsam paro dharmo yato bhaktir adhoksaje ahaituky apratihata yayatma suprasidati [SB. 1.2.6]. Entonces, este texto del Srimad-Bhagavatam que acabamos de citar –sa vai pumsam paro dharmo– indica cuál es esa única religión. Continuará (Parte II) la proxima semana....
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