Traducido de: http://deshika.wordpress.com/2008/10/15/diksha-lite-initiation-without-the-tapa/#comments
I Parte
I Parte
Han escuchado la historia del hombre que guiaba su bicicleta hasta las puertas del templo de Mayapur en Bengala occidental para vender helados? El tenía uno de esos triciclos que ves a menudo en la India - los que tienen un refrigerador en la puerta trasera. Nada se vende más que un helado en un día caliente. Lo diferente en este caso es, que el no estaba vendiendo helados.
El abrió la tapa de la caja de helados, sacó una campana y un manojo de papeles, entonces comenzó a sonar la campana gritando: “Diksha! Diksha” O “Iniciación, Iniciación”. El estaba vendiendo “Diksha”, y la estaba vendiendo bien barata: “Diksha doh rupya!” o “Diksha dos rupias!” Las personas se reunieron a su alrededor, examinaron los papeles y le dieron el dinero.
Estas Dikshas son muy comunes en la India. Por un monto, se expide un certificado de iniciación, como un titulo que otorga cierto estatus espiritual y además una identidad en la comunidad religiosa. Una persona recibe bendiciones y se convierte en un “adhikari” o “uno a quien se le ha concedido el derecho”. Por una modesta inversión en efectivo, usted también puede ser una persona más cualificada que lo que fue el día de ayer. Algo que es ligeramente mas importante, es que puede contarle a otros sobre como mejoró su estatus social. Su certificado de Diksha, firmado con tinta por el Guru, puede también abrirle las puertas a ciertos lugares y es muy útil cuando quiere asistir a ciertas fiestas o festivales
Aquí en Inglaterra, tenemos una larga historia de la necesidad básica de la humanidad de poseer estos títulos. Uno de los episodios de nuestra historia que muestran este aspecto, fue la Conquista de los Normandos. Aunque es difícil para nosotros hablar de las ocasiones en que fuimos derrotados por los Franceses, cada estudiante en las escuelas Ingleses conoce la fecha D.C. 1066, cuando los Franceses del Norte invadieron Inglaterra, derrotando al Rey Harold en la Batalla de Hastings.
El victorioso Guillermo el Conquistador comisionó el “Domesday Book”, una compilación de cada villa y campo en la Ingalterra. Entonces, el procedió a repartirlas a sus amigos y les concedió rangos y títulos de acuerdo con sus respectiva posesiones. Así, la aristocracia Inglesa nació, con todos sus “Lords”, “Duques”, “Barones” y “Vizcondes”. Incluso hoy, cerca de un milenio después, únicamente 200 familias inglesas poseen la mitad de la tierra en Inglaterra.
Diksha, o el proceso de ser iluminado con conocimiento transcendental y comprometerse con el sendero espiritual bajo la guía de un maestro auténtico, no es algo que pueda comprarse de una caja fría en la parte trasera de una motocicleta. Su precio real es el “compromiso”, demostrado no solo por un ajuste intelectual a las creencias del sistema que uno sigue, sino también por alguna forma de restricción voluntaria y la aceptación de una disciplina como parte esencial de los esfuerzos requeridos para el crecimiento interno. Como en todas las áreas de la vida: “Sin dolor, no hay ganancia”. Esa austeridad personal, o tapa, se dice que es el poder real de la persona espiritualmente progresista. Tapa es “la riqueza de los brahmanas”.
Cuando Brahma, el ser creado original dentro del universo, estaba confundido sobre su origen y verdadera identidad, intentó por su propio esfuerzo de encontrar la verdad. Fue solo hasta que escuchó las divinas silabas TA-PA desde los confines del universo que pudo comprender que debía meditar.
En el Vaishnavismo clásico, el guru no otorga Diksha a menos o hasta que el prospecto a discípulo haya demostrado algo de tapa personal. Levantandose temprano, bañandose con agua fría, ejecutando servicio, comiendo frugalmente con una dieta regulada de frutas y granos, abandonando los actos pecaminosos y estando siempre dispuesto al llamado del maestro espiritual – estos son pre-requisitos para Diksha.
