El Servicio a Dios no es Vagancia
Por Srila Virabahu Maharaja
Ciudad de Rosario, Argentina, Julio de 1992
Transcripción cortesía de : Gustavo Medina cultura_vedica@yahoo.com.ar
Ciudad de Rosario, Argentina, Julio de 1992
Transcripción cortesía de : Gustavo Medina cultura_vedica@yahoo.com.ar
¡Hare Krishna! Buenas noches. Vamos a leer el texto que correspondía al día de ayer, del Bhagavad-gita tal como es, presentado por Srila Prabhupada. Es el Capítulo 3, titulado Karma-yoga, el texto 26.
om namo bhagavate vasudevaya [repite tres veces]
na buddhi-bhedam janayed
ajñanam karma-sanginam
josayet sarva-karmani
vidvan yuktah samacaran
ajñanam karma-sanginam
josayet sarva-karmani
vidvan yuktah samacaran
Traducción y significado por Srila Prabhupada:
na—no; buddhi-bhedam—perturbación de la inteligencia; janayet—debe ser causa; ajñanam—de los necios; karma-sanginam—que están apegados al trabajo fruitivo; josayet—él debe acoplar; sarva—todo; karmani—trabajo; vidvan—un sabio; yuktah—dedicado; samacaran—practicando.
TRADUCCIÓN
Así que, para no perturbarles la mente a hombres ignorantes que están apegados a los resultados fruitivos de los deberes prescritos, el sabio no debe inducirlos a dejar de trabajar. Más bien, trabajando con espíritu de devoción, debe ocuparlos en toda clase de actividades [para el desarrollo gradual de su conciencia de Krishna].
SIGNIFICADO
Vedais ca sarvair aham eva vedyah. Ése es el fin de todos los rituales védicos...
Entonces, Prabhupada está citando el mismo Bhagavad-gita —otro texto, vedais ca sarvair aham eva vedyah—, donde Krishna dice que Él es la finalidad del estudio de todos los Vedas. Prabhupada dice, “ése es el fin de todos los rituales védicos (Krishna)”.
Todos los rituales, todas las celebraciones de sacrificios y todo lo que se presenta en los Vedas, incluso todas las indicaciones para la ejecución de actividades materiales, son para comprender a Krishna, quien es la meta última de la vida. Pero debido a que las almas condicionadas no conocen nada fuera de la com-placencia de los sentidos, estudian los Vedas con esa finalidad. Sin embargo, a través de las actividades fruitivas y la complacencia de los sentidos reguladas por los rituales védicos, uno se eleva gradualmente al plano de conciencia de Krishna. Por lo tanto, un alma iluminada con conciencia de Krishna no debe perturbar a los demás en sus actividades o en su comprensión, sino que debe actuar enseñando cómo los resultados de todo trabajo se pueden dedicar al servicio de Krishna. El erudito consciente de Krishna pue-de actuar de un modo tal, que el ignorante que trabaja para complacer los sentidos aprenda con ello a ac-tuar y a comportarse. Aunque no se debe perturbar al ignorante en sus actividades, una persona que se haya desarrollado un poco en el proceso de conciencia de Krishna puede ser ocupada directamente en el servicio del Señor, sin tener que esperar por otras fórmulas védicas. Este afortunado hombre no tiene nin-guna necesidad de seguir los rituales védicos, porque, mediante el cultivo directo de conciencia de Krishna, uno puede obtener todos los resultados que hubiera obtenido de cumplir con sus deberes prescritos.
om ajnana-timirandhasya jnananjana-salakaya
caksur unmilitam yena tasmai sri-gurave namah
mukam karoti vacalam
pangum langhayate girim
yat-krpa tam aham vande
sri-gurum dina-taranam
caksur unmilitam yena tasmai sri-gurave namah
mukam karoti vacalam
pangum langhayate girim
yat-krpa tam aham vande
sri-gurum dina-taranam
Ajnana-timirandhasya. La misma palabra encontramos acá —ajnana, los ignorantes. Y en esta oración (om ajnana-timirandhasya), le ofrezco mis reverencias a mi maestro espiritual, ya que me doy cuenta en cuanta ignorancia me hallo sumido. Como he nacido en la más oscura ignorancia, cualquier conocimien-to, cualquier comprensión que he logrado hasta estos momentos se debe a la misericordia de él, mi maes-tro espiritual, Srila Prabhupada.
Mukam karoti vacalam. Y por las bendiciones de una personalidad como Srila Prabhupada hasta un mudo puede hablar, un cojo puede subir, escalar, una montaña. Mukam karoti vacalam pangum langhayate girim yat-krpa tam aham vande sri-gurum dina-taranam. Así que le ofrecemos nuestras reverencias a Srila Prabhupada, ya que gracias a él podemos iluminarnos con la compresión correcta acerca de este mundo, acerca de nosotros y, muy especialmente, acerca de Dios, acerca de Krishna.
Entonces, aquí (1) está la palabra ajnana. Om ajnana-timirandhasya, la misma palabra que utilizamos en esa oración.
También decimos:
vancha-kalpa-tarubhyas ca krpa-sindhubhya eva ca
patitanam pavanebhyo vaisnavebhyo namo namah
patitanam pavanebhyo vaisnavebhyo namo namah
Les ofrecemos también nuestras reverencias a devotos Vaisnavas del Señor, ya que son como Árboles de los Deseos y se explica que pueden complacer los deseos de todos. Como en este mundo es famosa la Fuente de los Deseos, y la idea es que uno va a esa fuente y especialmente hay que tirar una moneda, —para beneficio de los que la recogen luego. [Risas] Pero se supone que uno tira una moneda y se cumplen los deseos (y siempre decimos, “especialmente los deseos de quien recoge las monedas”). [Risas] Enton-ces, así, está la Fuente de los Deseos. En nuestra vida de Conciencia de Krishna tenemos mucho este con-cepto, tenemos Árboles de los Deseos. Y tenemos a los devotos, los Vaisnavas, que se dice que son como Árboles de los Deseos, que cualquier deseo se cumple por las bendiciones de los devotos. Y que están llenos de compasión por las almas condicionadas caídas. Y hemos mencionado esto de la compasión: una persona que está bien ya no tiene que preocuparse por nadie más, normalmente. Y si lo hace, es por su compasión. Entonces, es necesario que la persona que esté bien se compadezca de otros. Porque si no, ¿cuál es la esperanza para aquellos otros que no están tan bien? Entonces, de ese modo, les ofrecemos nuestras reverencias también a los devotos, que están bien, pero tienen la misericordia de preocuparse por los que no estamos tan bien.
Esta canción que cantamos esta noche (2), sri-krsna-caitanya prabhu doya koro more..., se refiere a esto justamente. Doya. Doya significa misericordia. El autor dice, sri-krsna-caitanya prabhu doya koro more toma bina ke doyalu jagat-samsare. “Mi querido Señor Caitanya” —Sri Caitanya Mahaprabhu es Krishna, entonces, el autor le está orando a Dios. Dice, “¡Mi querido Dios, mi querido Señor Caitanya, Krishna Caitanya, por favor, sea misericordioso conmigo! Porque si Usted no es misericordioso conmigo, ¿quién lo va a ser? ¿Qué va a pasar conmigo?” Y él se presenta, jagat-samsare. Dice, “en todo este uni-verso no hay alguien tan caído como yo, que necesite tanto de Su compasión, de Su misericordia. Así que, por favor, sea misericordioso conmigo”. Y, así, el autor... ha ha prabhu nityananda, premananda sukhi, va orando a Caitanya Mahaprabhu y Sus asociados, incluyendo a los Goswamis de Vrindavana. Y, rama-candra-sanga mage narottama-dasa, inclusive a un amigo que tiene en Conciencia de Krishna —Ramacandra Kaviraja.
Entonces, en esta canción se habla mucho de la misericordia. En realidad, Dios no está obligado a nada. Hay una rama filosófica en la Cultura Védica que se llama Karma-mimamsa. Y eso significa que estás personas, estos filósofos, que siguen esa filosofía, piensan que: si yo realizo ciertas actividades, Dios está obligado a darme el resultado. Eso se llama Karma-mimamsa. Una relación con Dios que no está basada en lo que debe estar basada la relación con Dios, que es en el amor. Entonces, estos filósofos ven la cosa de ese modo. Por ejemplo, si yo obro bien, Dios va a estar obligado a darme el resultado. Esta canción nos habla de una mentalidad completamente diferente. Esa debe ser la mentalidad de Conciencia de Krishna y es la realidad. Dios no está obligado a nada. A veces sentimos que Dios está obligado y, debido a eso, le reclamamos a Dios y criticamos a Dios. Mucha gente, en el diario vivir, se pregunta ¿por qué Dios permite esto? Y Prabhupada contaba cómo, de ese modo, es muy fácil volverse ateo. Es muy peli-groso tener esa mentalidad. Y él cuenta que, en la época de la Guerra (3), las esposas de los alemanes iban a la iglesia pidiéndole a Dios que, por favor, sus esposos regresaran sanos y salvos. Y después, cuando no regresaron, cuando la mayoría de ellos habían muerto, entonces, estas mujeres dejaron de creer en Dios. Decían, “Dios no existe. Tanto que pedimos y no nos cumplió”. Y claro, Prabhupada explica —no con este ejemplo, pero lo podemos aplicar a este mismo ejemplo— que lo que nos debemos dar cuenta es que las esposas de los otros soldados también están pidiendo lo mismo. Prabhupada da el ejemplo más humo-rista de que el dueño de casa le pide a Dios que, “por favor, protégeme de los ladrones”; y el ladrón le pide a Dios que, “por favor, que todo me salga bien”. [Risas] Prabhupada dice que es una perplejidad para Dios, porque los dos le están pidiendo.
Todo esto refleja una mentalidad materialista en relación con Dios. Y, un poquito, esto es lo que se llama la filosofía Karma-mimamsa, de pensar que Dios está obligado. Y tenemos que tener cuidado en el Mo-vimiento de Conciencia de Krishna de no tener la misma mentalidad. A veces nos preguntamos también lo mismo: tenemos tanto tiempo sirviendo a Krishna, ¿por qué todavía no aparece lo que estoy buscando? ¿Por qué me pasa lo que me pasa?
Entonces, la mentalidad devocional es muy diferente y se describe muy bien en esta canción. Sri-krsna-caitanya prabhu doya koro more toma bina ke doyalu jagat-samsare. “Mi querido Señor Caitanya Maha-prabhu, por favor, sea misericordioso conmigo”. Eso es todo lo que podemos pedir, que Dios sea miseri-cordioso con nosotros. Debemos apreciar, debemos entender que dependemos de la misericordia de Dios y Sus devotos. Que no hay nada que podamos hacer, mediante nuestro propio esfuerzo, por liberarnos. Y no podemos obligar a Dios a que haga nada. Todo lo que podemos hacer es invocar la misericordia. Así que esta filosofía de Conciencia de Krishna nos enseña a buscar esa misericordia. Y la misericordia de Dios viene a través de la misericordia de los devotos. En este momento, Dios está distante de nosotros —aparentemente—; no lo vemos. Pero, como decíamos esta mañana, se sabe que Dios está con Su devoto. Así que como nosotros, directamente, no logramos tener la compañía de Dios pero sabemos que Dios siempre está con Su devoto, nunca abandona a Su devoto, lo más inteligente es buscar a un devoto. Por lo menos a uno. Cuando uno está con un devoto de Dios, uno sabe que Krishna está ahí, en alguna parte. Que aunque uno no lo ve, uno sabe que está ahí porque está el devoto de Krishna. Y a través de ese devo-to de Krishna, viene la misericordia de Krishna.
Así que esta relación con Dios es muy importante. Este tipo de relación con Dios, —la relación a través del afecto, la relación de dependencia, en la que estamos pidiendo Su misericordia y en la que entende-mos que Él no está obligado a nada—, eso es muy importante. Dios es Supremo, es independiente y Él no tiene obligación de nada. En este mundo ya tenemos experiencia de eso. Cuando alguien se siente en una posición superior —quizás todos hemos tenido experiencia—, como por ejemplo, qué sé yo quizás, en la relación de padre a hijo, de madre a hijo, en la de jefe a subordinado. En tantas situaciones en este mundo, vemos que existe una posición superior y una inferior. Y nos damos cuenta que hay ese sentir —contaminado, por supuesto, pero está ese sentir y podemos entenderlo— cómo la persona superior siente que no tiene ninguna obligación de hacer lo que el subordinado quiere. Ese es un sentir. Y se ofende, la persona superior se siente ofendida. Entonces, en el plano trascendental eso es aún más cierto: Dios indu-dablemente que no tiene ninguna obligación de hacer nada. Pero Él sí hace. En este mismo Capítulo, Él ha hablado de eso. Dice, “...si yo dejara de desempeñar cuidadosamente los deberes prescritos,... sin duda que todos los hombres seguirían mi sendero. Si Yo no ejecutara deberes prescritos, todos estos mundos se irían a la ruina” (BG. 3.23-24). Son, justo, los textos anteriores que han estado estudiando. Krishna está hablando, “Yo sería la causa de la creación de una población no deseada, y con ello destruiría la paz de todos los seres vivientes”. Es decir, aunque Dios no tiene obligación de hacer nada, Él hace. Él se ocupa. Pero las ocupaciones de Dios se llaman lila, “pasatiempos”.
De todos modos, Él sí se ocupa. Y, como Él mismo expresa acá, para dar el ejemplo. Y aquí está el famoso verso, el verso 21. Es muy famoso en relación con esto.
yad yad acarati sresthas
tat tad evetaro janah
sa yat pramanam kurute
lokas tad anuvartate
tat tad evetaro janah
sa yat pramanam kurute
lokas tad anuvartate
“Los hombres comunes siguen los pasos de un gran hombre, sea cual fuere la acción que éste ejecute. Y cualesquiera que sean las pautas que él establezca mediante actos ejemplares, el mundo entero las sigue”.
Así que nuestra relación con Dios debemos saber que es totalmente libre. Como cualquier otra relación amorosa, en donde ambos participantes manifiestan, expresan, su libre albedrío. Lo bonito de una relación amorosa es que es libre. Cuando hay obligación, ya no tiene el mismo valor ese amor. Y en todas las rela-ciones de este mundo, tenemos experiencia de eso. Así que no es difícil de entender. Eso mismo se espera en la relación con Dios. En la relación con Dios debe haber un amor totalmente libre de obligaciones. Puro afecto. Eso se llama amor puro. Sri-krsna-caitanya prabhu doya koro more...
En este texto de hoy, vamos a repetirlo:
“Así que, para no perturbarles la mente a hombres ignorantes que están apegados a los resultados fruitivos de los deberes prescritos, el sabio no debe inducirlos a dejar de trabajar. Más bien, trabajando con espíritu de devoción, debe ocuparlos en toda clase de actividades [para el desarrollo gradual de su conciencia de Krishna]”.
No se debe entender con este verso, que lo mejor sería no trabajar. Ya acabamos de ver que el propio Krishna dice que Él trabaja. Que Él actúa. Así que la idea no es que no se debe trabajar. Pero, como hemos dicho todos estos días, hay diferentes actividades. Diferentes tipos de actividades, diferentes tipos de funciones. Y hay actividades que promueven nuestra conciencia de Krishna. Hay actividades que pro-mueven que alcancemos la meta de nuestra vida. A todos nos preocupa el que estemos aprovechando nuestra vida. Todos nos damos cuenta que el tiempo pasa. Y a todos nos preocupa el que estemos aprove-chando este tiempo. Nos preocupa saber que lo estemos aprovechando. Y, claro, por lo general, creemos que sí, que estamos haciendo tanto. Muchas veces, nos vemos involucrados en tantas actividades. Nos sentimos tan ocupados que creemos que estamos haciendo mucho. Pero debemos analizar cuál es la meta de esas actividades y si vale la pena esa meta. Este movimiento de Conciencia de Krishna es para ense-ñarnos cual es la meta más valiosa y para enseñarnos a llegar a ella. Esa es la razón de este Movimiento Hare Krishna. Y, lógicamente, la meta es Krishna. Como se dice acá, vedais ca sarvair aham eva vedyah: Krishna es la meta de todo.
Vemos que mucha gente dice que Dios es la meta de todo pero no saben como poner eso en práctica. Y, cuando analizamos la vida de esas personas, nos damos cuenta que, en la práctica, Dios no es la meta de todo —aunque ellos dicen que Dios es la meta de todo. Así que aquí, en Conciencia de Krishna, queremos estar seguros no sólo de decir que Dios sea la meta, sino que de verdad Dios sea la meta. De ver que, en cada una de nuestras actividades, Dios está siendo la meta de todo. Y eso es el significado de este texto. Aquí se habla de los hombres ignorantes y de los hombres conocedores, eruditos, versados. Entonces, la gente que conoce, la gente que sabe, debe tener cuidado de no hablarle a la gente ignorante haciéndole creer que debe dejar de trabajar.
A veces, hay esta mala interpretación. Anoche hablábamos de esto, las malas interpretaciones en relación con la filosofía de Conciencia de Krishna. Que pareciera que este Movimiento estuviera promoviendo el que la gente dejara su trabajo. De hecho, recuerdo una historia en la India hace como dos años, —dos o tres años. Estaba viajando de Jaipur. ¿Cuándo fue?... anoche mostramos las fotos de las Deidades de Jai-pur. Entonces, es una historia muy bonita. Cuando salí de Jaipur, la primera vez que fui, iba de Jaipur a Delhi y... me impresionó mucho esta historia, la he contado muchas veces. Quizás algunos de ustedes la han oído. Iba en un autobús. Iba con mi esposa y un discípulo. Y, al lado, iba un señor hindú con su espo-sa y se veía como una persona educada. Íbamos en un autobús que se consideraba..., pues en la India los autobuses... Deben saber que es un lugar muy renunciado, la India. [Risas] Buscamos un autobús que se suponía era de Primera (clase). Y lo único que eso significaba, prácticamente, era que no había gente sa-liéndose por las ventanas [risas] sino que cada persona estaba sentada en uno de los asientos. Iba a ser un viaje de cinco horas, así que tratamos de buscar tener un asiento por esas cinco horas. Entonces, signifi-caba que uno iba a tener un asiento y, además, significaba que había un televisor encendido todo el tiem-po con videos. “Video coach”, se llamaba —con videos— y era bastante estruendoso.
Era Ekadasi ese día. [Risas] Entonces, desde que salimos... habíamos salido temprano por la mañana, teníamos que cantar nuestras rondas de Hare Krishna, así que estábamos todo el tiempo cantando rondas. Y pasó como una hora, hora y media, casi dos horas de que estuvimos cantando rondas, y el señor que tenía al lado durante estas dos horas (me había dado cuenta) se la pasó muy inquieto. Un rato estuvo mi-rando el televisor, el video; otro rato sacó una revista y estaba llenando un crucigrama; después, guardó la revista y sacó un libro; después conversó con su esposa. Y así, pasaba de una actividad a otra. Estaba su-mamente inquieto. Y al cabo de casi las dos horas, me interrumpió. Pidió permiso y me dijo: “Discúlpe-me, ¿puedo interrumpirlo?” Le digo, “Sí, como no”. Entonces, él me dijo: “Tengo que decirle que me siento verdaderamente apenado de que yo he tratado, he estado todo el tiempo tratando de olvidar a Dios y usted ha estado todo el tiempo tratando de recordarlo”.
Claro, en la India la gente tiene mucha cultura espiritual, mucha cultura religiosa, y tiene mucho estos sentimientos. Entonces, dijo así. Dijo que le apenaba; de repente le había dado vergüenza que él había nacido en esa cultura en la que yo no había nacido —en la que nosotros, los tres que estábamos ahí, no habíamos nacido— y le daba vergüenza que él había estado todo el tiempo tratando de olvidar a Dios, y nosotros habíamos estado tratando de recordarlo. Entonces, yo le dije —me conmovió mucho eso— y le dije que esa era la misericordia de nuestro Guru Maharaja, de nuestro maestro espiritual. Me dijo, “¡Oh! Y, ¿quién es su maestro espiritual?” Entonces, le dice: “A. C. Bhaktivedanta Swami Prabhupada”. Dijo, “¡Oh, ese es su maestro espiritual!” Y me dijo, “Yo lo conocí hace muchísimos años”. Y me contó una historia muy bonita. De hecho, había conocido a Prabhupada y me contó. “Yo conocí a su maestro espiri-tual hace muchos, muchos años, antes de que él fuera al Occidente”. Claro, yo no estaba muy seguro de que fuera cierto. En principio me llamó la atención. Me puse un poco sospechoso. Pero entonces me dijo, “Sí, yo lo conocí cuando su maestro espiritual estuvo yendo al templo de Chippiwada”. Entonces, cuando dijo eso, yo ya supe que era cierto. Lo que ocurrió es que Srila Prabhupada, después de haber adoptado sannyasa cuando se fue a Vrindavana, estuvo viviendo un tiempo en el templo de Radha-Damodara (un templo muy famoso en Vrindavana). Prabhupada se dedicó ahí a escribir el Srimad-Bhagavatam en inglés con la idea de predicar en el idioma inglés, de venir al mundo Occidental. Entonces, escribió su Bhagava-tam en inglés y lo estaba imprimiendo en Delhi, que es a tres horas de Vrindavana por carro. Entonces, Prabhupada, cuando iba a Delhi, se quedaba para revisar la impresión de los libros en este templo de Chippiwada. Un templo donde le permitían quedarse. Le habían dado un cuarto ahí. Entonces, este señor me cuenta, me dice: “Sí, yo conocí a su maestro espiritual cuando estaba yendo a ese templo. Y debo de-cirle que un amigo mío lo ayudó”. Yo le dije, “¿De veras lo ayudó? ¿Por qué?” “Porque todos los vecinos —y aquí viene con lo que estaba diciendo antes— del templo, del vecindario, estaban protestando dicién-doles a los administradores del templo que, por favor, no permitan que este Swami siga viniendo. Porque está predicando una filosofía muy extraña”.
Incluso en la India eso estaba causando problemas. Y dice, “la gente que se asocia con él se vuelve como loca y ya sólo quiere cantar todo el día”. [Risas] Y dijo, “es muy peligroso eso, que toda esta gente vaya a abandonar sus responsabilidades”. Así que, dice que los vecinos estaban acercándose a los administrado-res y hablándoles de ese modo. El amigo de él habló con los administradores y les dijo que no, que siguie-ran permitiendo que Prabhupada pudiera quedarse ahí, en ese templo, que no le causaran problemas, y que él estaba representando una filosofía muy buena. Que nada más tenían que entenderla. Lo que pasa es que la gente no entendía lo que Prabhupada estaba presentando.
Pues así, este señor me contó esta historia y aprecié mucho eso. Y luego me dijo, “Y, un día, ya no lo vi-mos más. No supimos más de él. Hasta que más adelante, en una ocasión muchos años después, vi en el periódico que se había vuelto esta gran personalidad mundial. Y me quedé muy sorprendido, que esta era la persona que yo había conocido hace tantos años. Jamás iba a pensar que se iba a volver un Acarya, un maestro espiritual, mundialmente reconocido, tan famoso.” Y, entonces, me dijo: “Yo le digo sinceramen-te, su Movimiento es el único que verdaderamente está haciendo algo bueno por la humanidad, que ver-daderamente se está preocupando por la humanidad”.
Entonces, así, vemos que algunas personas aprecian. Pero el ejemplo lo traje a colación debido a esto de que es muy fácil malinterpretar y creer que estamos queriendo que la gente se vuelva irresponsable. Y este verso, les advierte a los predicadores en especial, que tienen que tener cuidado cuando le hablan a la gente. Por ejemplo hay tantas cosas que parecen ser criticadas en la Cultura Védica. Hay que tener cuida-do con esto. Hoy estábamos hablando con un grupo de devotos sobre la vida familiar. A veces, pudiéra-mos hablar de la vida familiar de modo tal que entonces el esposo y la esposa se pudieran volver irrespon-sables, pudieran creer que está bien ser irresponsable dentro de la vida familiar. Igualmente, a veces po-demos hablar de la vida social de modo tal que podríamos crear el peligro de crear un problema en la so-ciedad, de crear una perturbación en la sociedad. Porque entonces la gente se volvería irresponsable.
Entonces, cuando se critican todas esas cosas —el trabajo, o la vida familiar, el matrimonio, la relación hombre-mujer, todas estas cosas— lo que se critica es cuando eso se realiza de una manera atea. Pero hay lo mismo en el servicio a Dios. El servicio a Dios no es vagancia. El servicio a Dios son las mismas acti-vidades pero realizadas entregándole el fruto de esa actividad a Dios. Viendo que Dios, que Krishna, se beneficie. Que Krishna sea la meta de lo que uno hace. Así que no debemos malinterpretar. Y, finalmente, esa es la esencia de este verso y el significado: tener cuidado de no hablar de modo tal que la gente se vuelva irresponsable. Debemos tener mucho cuidado. No queremos que la gente se vuelva irresponsable. Lo que queremos es que la gente siga haciendo lo que está haciendo, pero para el servicio de Krishna. Y por servir a Krishna con su actividad, en el Bhagavatam se dice que... Narada Muni dice en el Primer Canto que un médico sabe cómo utilizar la misma sustancia que causó la enfermedad para que sirva de remedio. Cómo la misma sustancia que causa la enfermedad se utiliza de un modo “terapéutico” —dice el Bhagavatam— para que sirva de remedio. Entonces, asimismo, si bien estas actividades materialistas nos causan el enredo material, aplicadas en el servicio de Krishna son causa de nuestra liberación.
Bueno, vamos a terminar ahí. Muchas gracias por su atención.
¡Srila Prabhupada ki, jaya!
¡Srimad Bhagavad-gita ki, jaya!
¡Gaura bhakta-vrnda ki jaya!
¡Gaura premanande ‘hari hari’ bol!
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(1) En el texto estudiado: na buddhi-bhedam janayed ajnanam karma-sanginam...
(2) Refiriéndose a la canción “Saravana-sri-gaura-pada-padme Prarthana”, de Srila Narottama dasa Thakura, entonada previamente.
(3) La Guerra Mundial
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