Sri Sri Gaura Nitai

Sri Sri Gaura Nitai
Santo Domingo

Conferencia de Srila Virabahu Prabhu

2 de abril de 2008
Es un esfuerzo inútil tratar de cambiar lo que Krishna ha creado

Por Srila Virabahu Maharaja
Mendoza, Argentina, Noviembre de 2001
Parte Final
Transcripción cortesía de : Gustavo Medina cultura_vedica@yahoo.com.ar



Por humildad, el devoto no se considera merecedor de la elevación al mundo espiritual. Siempre se considera contaminado por las modalidades de la naturaleza material. Tampoco tiene necesidad de pedir la liberación de las modalidades de la natura-leza material. El servicio devocional se encuentra de por sí en la posición trascendental; por lo tanto, no tiene sentido pedir esa ventaja especial. La conclusión es que el devoto puro no está ansioso por detener el ciclo de nacimientos y muertes, sino que su deseo es siempre estar en compañía de otros devotos que se ocupen en cantar y escuchar las glorias del Señor”.
¡Srila Prabhupada ki! ¡Jay!
El siguiente texto dice: “Frente a un sólo instante en compañía de un devoto puro, ni la elevación a los planetas celestiales, ni la fusión en la refulgencia Brahman, en un estado de liberación completa, tienen el menor valor. Para las entidades vivientes que están destinadas a abandonar el cuerpo y morir, la relación con devotos puros es la bendición más grande que existe”. [Srimad-Bhagavatam 4.30.34]
Entonces, es una gran lección esto que hemos leído hoy, saber que no es que tenemos mucho que cambiar. Pero especial-mente nuestra ocupación... tenemos con nuestro destino, con nuestras circunstancias particulares, con nuestras habilidades y defectos personales, nos encontramos con una situación específica. Entonces, debemos aceptarla. Aceptar esa ocupación. Stha-ne sthitah, “quédese ahí, no se mueva”. Eso es lo que decía Prabhupada, —no hay que hacer ningún cambio. Quédese ahí, no se mueva. Lo que hay que cambiar es la conciencia con la que uno ve las cosas. Como se nos acaba de decir, no queremos ni siquiera la liberación. No queremos ni siquiera tratar de que no vayamos a volver a nacer. Esa no es la idea. La idea es que en cualquier circunstancia en que estemos hagamos lo que tenemos que hacer, y es que en esas circunstancias seamos sirvientes de Krishna. Eso es lo que decía Caitanya Mahaprabhu: ahaituki... bhakti, “que Yo pueda tener la oportunidad de hacer servicio sin condiciones, sin imponer condiciones”. Ahaituki; sin etu —etu es causa. Sin causa. “Quiero Tu servicio devocional sin condiciones”. Simplemente quiero prestar servicio porque esa es mi naturaleza, la de prestar servicio, y quiero estar ocupado en el servicio de Krishna.
Muy brillante exposición que hizo Prabhupada en la Introducción del Bhagavad-gita, explicando cómo el servicio es innato a toda entidad viviente. Cómo no es posible no estar sirviendo en todo momento. Lo único que cambia es a quién servimos. Eso es lo único que puede cambiar. Lo único que podemos escoger es a quién servimos pero servir, estamos todo el tiempo sirviendo. Y Prabhupada da un ejemplo que es el que se ve. Este es uno de los países donde mejor hubiera caído ese ejemplo —el ejemplo que Prabhupada da—: cuando no tenemos a nadie a quién servir, servimos a un perro. La historia de la Argentina: cuando no tenemos a nadie a quien servir, servimos a un perro. Entonces, todo el tiempo tenemos que estar sirviendo. Muy brillante explicación que Prabhupada hizo; un estudio, un análisis muy preciso de cómo el servicio lo encontramos en todo ser viviente. Y que cuando creemos que no estamos sirviendo a nadie estamos sirviendo a nuestros sentidos. Porque nosotros no somos los sentidos, y tenemos que servirlos. Prabhupada nos demuestra cómo continuamente estamos obedeciendo los manda-tos de los sentidos. Tan pronto un sentido pide algo, incluyendo la mente, inmediatamente nos dejamos llevar; queremos satis-facer cualquier cosa que los sentidos nos piden.
Entonces, continuamente somos esclavos de tantas circunstancias, estamos siendo movidos por tantas circunstancias. De modo que el devoto prefiere escoger el mejor amo, y de esa manera se vuelve sirviente del sirviente del sirviente. El devoto quiere buscar a un devoto a quien servir. Ya que de esa manera sabemos que estamos sirviendo a Krishna. Krishna recibe el servicio personal a través de las Deidades y a través de Sus devotos. En el Tercer Canto del Srimad-Bhagavatam hay un texto justamente... ¿dónde está eso...? Y con eso vamos a terminar por esta noche y seguiremos en una siguiente oportunidad. Toda-vía tenemos mucho más que leer...
“Yo no disfruto de las oblaciones que los sacerdotes ofrecen en el fuego del sacrificio, que es una de Mis propias bocas, con el mismo deleite con que saboreo las exquisiteces rebosantes de ghi que se ofrecen a las bocas de los brahmanas que Me han dedicado los resultados de sus actividades y que se sienten siempre satisfechos con Mi prasada” [Srimad-Bhagavatam 3.16.8]. Muy bonito cómo Krishna explica la importancia...
“Yo no vacilaré en cortar Mi propio brazo” —dice Krishna— “si descubro que su comportamiento es enemistoso contra us-tedes (contra los devotos)”. Está hablándole a los devotos, a los Kumaras en este caso. Krishna dice que, “si Yo veo que Mi brazo es hostil con los devotos, estoy dispuesto a cortármelo” [SB. 3.16.6]. Hay una serie de versos aquí explicando lo que Krishna siente.
“Por ser Yo el servidor de Mis devotos, Mis pies de loto se han vuelto tan sagrados que de inmediato anulan todo pecado, y he adquirido un talante tal que hace que la diosa de la fortuna no Me quiera dejar, a pesar de que no siento apego por ella...”
Podemos entenderlo muy bien entre hombres y mujeres, este asunto. Muy claro, no? La diosa de la fortuna está atraída a Krishna y Krishna no está interesado en ella. Y sin embargo, dice que Él ha adquirido un valor tal por servir a Sus devotos que de todos modos la diosa de la fortuna no lo quiere dejar.
Otro nombre de la diosa de la fortuna es Cañcali. Esa palabra la encuentran en el Bhagavad-gita. ¿Alguien recuerda? Cañ-calam hi manah krsna, qué significa?

Devoto: Que es inestable la naturaleza...

Srila Virabahu: ¿Quién...?

Devoto: Laksmi...

Srila Virabahu: No. Cañcalam hi manah krsna...

Devoto: ¡La mente!

Srila Virabahu: ¿Quién dijo…? ¡La mente, claro que sí! Cañcalam hi manah krsna. ¿Qué es lo que está diciendo Arjuna ahí? Se estaba quejando, no? ¿Qué dijo? Que “controlar la mente me parece más difícil que controlar el viento”. Eso es cañca-la. Cañcali. Imagínense cuán difícil es... Entonces, la diosa de la fortuna se llama Cañcali. Y ustedes ven: un día se tiene y un día no. Eso es Cañcali. ¿Cuántas veces hemos visto? Hay tantas fortunas que se han perdido a veces, en una noche. ¿No es así? En un casino. Entonces es así, en un segundo… Cañcali. Sin embargo siempre está con Krishna. De ahí no se mueve; aunque ella es Cañcali y de todos los demás se va, pero de Krishna está ahí y no se mueve. Así que Él dice, piensa en la relación que tiene con Sus devotos y dice, “eso pasa por Yo haberme vuelto devoto de Mi devoto. Por Yo servir a Mi devoto, ahora Yo valgo mucho, y ella no me quiere dejar”.
Entonces, vamos a leer el texto otra vez: “Por ser Yo el servidor de Mis devotos, Mis pies de loto se han vuelto tan sagra-dos que de inmediato anulan todo pecado, y he adquirido un talante tal que hace que la diosa de la fortuna no Me deje, a pesar de que no siento apego por ella y que otros alaban su hermosura y se someten a votos sagrados para asegurarse aunque sólo sea un ligero favor de su parte” [Srimad-Bhagavatam 3.16.7]. La gente hace tantos esfuerzos, tantos sacrificios, para que la diosa de la fortuna al menos les haga un ligero favor, un pequeño favor... Y sin embargo, en el caso de Krishna... Todo esto indica cuál es la posición de los devotos. Está mucho más allá de lo que podemos imaginar. ¿Y qué es lo que convierte a alguien en ese devoto? ¿Qué es lo que convierte a alguien en un devoto? Uno puede pensar en tantas cosas, y este texto nos ha dicho Sru-ti-gatam. ¿Qué es lo que hace que alguien sea ese devoto? Que siempre está interesado en glorificar a Krishna y escuchar la glorificación de Krishna .

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